Un informe del Instituto de Geociencias advierte que debido al auge de la construcción se han levantado edificaciones sobre laderas inestables, zonas de suelos blandos, relleno costero, manglares y/o pantanos, sin tomar las medidas suficientes que mitiguen el impacto de un sismo sobre ellas
Los sismos más destructores se han producido el 2 de mayo de 1621; 7 de septiembre de 1882; 2 de octubre 1913; 18 de julio de 1934 y el 22 de abril de 1991.
Panamá está ubicada dentro de una región sísmicamente activa, en donde existen estructuras capaces de generar sismos destructivos, de ocurrir cercanos a zonas con concentración de población e infraestructuras.