¿EXISTE LA BRUJERIA?
Posesión demoníaca

Obrero asegura que un espíritu lo viola Sacerdote Quevedo dice que esto es imposible.


Maritza Reyes
Crítica en Línea


D
esde hace dos años Juan García es visitado por un demonio que lo rasguña, lo muerde, lo golpea, lo molesta sexualmente y le surrura al oído la extraña palabra "buyaca... buyaca".

Quizás usted se sienta identificado, o no, con la historia de este joven de 34 años de edad, de tez trigueña y de aproximadamente 1.65 de estatura. El asegura que su cuerpo es poseído sexualmente en las noches por un muerto o un espíritu maligno.

Entre constante nerviosismo y ademanes nos confió su historia.

Vivo con esta pesadilla, no sé cómo describir lo que me está ocurriendo. He buscado la ayuda de santeros y curanderos por sugerencia de conocidos, pero nada han podido hacer por mí.

He tomado brebajes, me he bañado con mezcla de conjuros que me dio un brujo en Colón y no he logrado ahuyentar este maleficio.

¡Creo que me echaron un embrujo!, exclamó.

Ya casi son dos años desde aquel día en una fiesta en Colón que un sujeto moreno de facciones grotescas me invitó a conversar con él. Durante toda la fiesta me enviaba bebidas alcohólicas. Rechacé sus insinuaciones se robó mi abrigo en un momento de descuido.

Desde aquella noche siento la presencia de algo que no puedo tocar, pero que se apodera de mi cuerpo, cuando eso ocurre siento un olor a muerto.

Siento que me masturban y me surruran "te voy a quemar, te voy a quemar". Al día siguiente amanezco con los ojos morados, la espalda rasguñada y la cara quemada.

En algunas ocasiones escucho voces de mujeres que me dicen: "Yo soy más fuerte que Dios"; me muerden la nuca y luego siento un olor a vela y excremento humano.

"Ahora mismo me está molestando, me están tocando los testículos, siento un olor a manglar, a lama": así se expresó durante toda la entrevista.

La brujería no existe

El sacerdote Oscar González Quevedo, director del Centro Latinoamericano de Parapsicología (CLAP), en Brasil, negó que exista la brujería y cualquier manifestación ocultistas y posesiones demoníacas. El cura jesuíta desmintió que los brebajes o hechizos sirvan para apoderarse de la mente o pueda ejercer algún tipo de poder en el ser humano o, en reacción contraria, eliminar el mal, ya que así lo ha demostrado la parapsicología internacional.

"Sí existe gente que cree en esto, pero equivocadamente. Los hechos se pueden registrar, pero mal interpretados", sentenció.

Recalcó que el ser humano debe quitarse esta mentalidad mágica de creer en demonios o que ha sido poseído, lo que ocurre es que le están dando alas al inconsciente, por lo que todo es alucinatorio.

Recomendó que cuando el subconsciente está trabajando, las personas debe buscar la ayuda de un psicoterapéuta, para que le reestructure la personalidad.

Explicó que la presencia de rasguños o escrituras en la piel, escuchar voces o sensaciones corporales no es más que la "telergia" humana que hace vibrar el aire, eso sería sicofonía.

Esa energía corporal transformada en odorífera, luminosa, sicofónica motora, es la que nos hace sentir y ver cosas no reales.

De allí que la parapsicología internacional paga hasta 10 mil balboas, si se demuestra que se puede mover un objeto sin tocarlo a 50 metros. como dicen que ocurre en las casas embrujadas.

Aclaró que la relación que le han dado al satanismo como base de la "brujería", no tiene fundamento científico ni religioso porque este personaje (el diablo) fue creado por la imaginación del hombre.

"Jesús dijo que la tentación surge del corazón del hombre y es allí precisamente donde nacen todas la tentaciones y la maldad en el mundo", sentenció.

Esta posición es rebatida por el reverendo Lyndon Beaumont, pastor de la Igelsia de Dios Templo Misionero, quien alude que no se puede aseverar que no existe Santanás.

"Existe un pasaje bíblico que da fe de hechos en los que se demuestra la presencia de Lucifer, él es nuestro acusador". Decir lo contrario es atentar contra la Leyes Divinas.

Lamentablemente, este señor (padre Quevedo) ha asumido una posición radical: él está desautorizando la Biblia, porque se cubre bajo una fe confusa y distorsionada de la relidad.

En tanto el padre Quevedo sostiene que lamentablemente nuestra formación cultural de creer en hechizos o brujería, mal de ojo, son precisamente ciertas formas de autosugestión que influyen en la creencias de ciertas personas hacia estas prácticas.

No es que no tenga fe o que atente contra las Sagradas Escrituras, la gente tiene que comprender que la Biblia es una doctrina, mientras que los hechos pertenecen a la ciencia, por lo que no se puede utilizar este libro como medicina para maleficios.

El reverendo Lyndon, por su parte, pondera que no se puede negar que existe la brujería, los conjuros, la maldad y que se adore a Lucifer o Satanás.

Hay que tener una base al exponer lo contrario, porque el testimonio de la gente cuenta. En este punto, el padre Quevedo no está con Dios ni con el diablo, replicó.

El padre Fernando Guardia Jaén, también de formación jesuita, dijo que respeta los argumentos del padre Quevedo y deben tomarse en cuenta, y a la vez asegura que no cree en brujería y que los casos que se presentan como tales deben ser tratados, pero no interpretarse como brujería.

Sobre los pasejes bíblicos que dan fe de la posesión de un hombre por una legión de demonios dijo que habría que analizarlo en base a la luz del conocimiento de aquella época.

"Lo que pasa es que la gente ha mantenido una lectura literal de la Biblia, hay que recordar que hace 2,000 años se terminaron de escribir las Santas Escrituras, concluyó.

El padre Quevedo recomendó que las personas que se sientan poseídas o hechizadas deben apretar sus manos y concentrarse en una sensación conciente, que sientan el paso del aire por las vías respiratorias. "Las personas cuando proyecten su subconsciente no deben aceptar lo que ven y lo que sientan, todo es alucinación", concluyó.

 

 

 

 

 




 

Quizás usted se sienta identificado, o no, con la historia de este joven de 34 años de edad, de tez trigueña y de aproximadamente 1.65 de estatura. El asegura que su cuerpo es poseído sexualmente en las noches por un muerto o un espíritu maligno.

 

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