Los seis jefes guerrilleros que purgan cadena perpetua en una base militar de Perú rechazaron la presencia en la misma prisión del ex asesor de Inteligencia Vladimiro Montesinos, dijo un funcionario del gobierno. Montesinos, durante ocho meses el hombre más buscado de Latinoamérica, fue capturado hace una semana en Venezuela y ahora se encuentra preso en la base naval ubicada en la costa del Pacífico, en Lima, bajo estrictas medidas de seguridad.
"Ellos se oponen a la presencia de Montesinos. Ellos pidieron hablar conmigo para expresarme esto", dijo a Reuters el director del programa de asuntos penales de la Defensoría del Pueblo, Wilfredo Pedraza. Montesinos nunca imaginó que una de las pequeñas celdas de tres por dos metros que mandó construir en la base naval para los líderes guerrilleros se convertiría en el lugar donde podría pasar el resto de su vida.
La base alberga, entre otros, al jefe del grupo maoísta Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, y al líder del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), Víctor Polay, ambos capturados en 1992 cuando Montesinos ya se había convertido en la mano derecha del entonces presidente Alberto Fujimori. Las celdas individuales, hechas de hierro y concreto, tienen una gruesa puerta de metal y una claraboya en el techo.
Según el actual régimen carcelario, los presos tienen cuatro horas al día para pasear por el patio y otras cuatro para ver televisión, leer o realizar trabajos manuales. Esas condiciones fueron otorgadas a fines del año pasado, después de la destitución de Fujimori y la fuga de Montesinos. Antes salían al patio sólo una hora al día. "Me dijeron que quieren manifestar su diferencia con Montesinos, a quien consideran un delincuente común, contrario a sus proyectos políticos o a los fines que ellos tienen", dijo Pedraza, quien realizó una visita al penal el jueves.
"Asimismo dijeron que la llegada de Montesinos hace que él tenga o deba tener un área especial, de incomunicación, el cual reduce el espacio de los otros presos", agregó. Una de esas celdas de la base naval fue ocupada por el "capo" de la droga peruana, Demetrio Chávez Penaherrera, alias "el Vaticano", quien dijo que pagaba cupos a Montesinos. El narcotraficante, que fue sentenciado a cadena perpetua, fue trasladado el año pasado a una prisión civil.
Pedraza dijo que, de acuerdo con el régimen de la base naval, los prisioneros reciben tres alimentos al día: desayuno, almuerzo y cena, los cuales son preparados por miembros de la Marina de Perú.
Además, los reclusos tienen derecho a una visita semanal de familiares directos de hasta segunda generación, con previa programación, un sábado o un día de semana. Según fuentes judiciales cercanas al caso, Montesinos tendrá 10 días de incomunicación con sus familiares. Sólo podrá recibir la visita de su abogada y el grupo de los seis jueces anticorrupción que lo interrogan. |