Las nuevas rutas del narcotrafico
Las autoridades policivas han decomisado una gran cantidad de droga en los ùltimos meses. (foto Archivo).
Redacción
Crítica en Línea
El tráfico de drogas es una actividad que muchas veces opera en el silencio, amparado por una fachada de un lucrativo negocio. La “transnacional del delito” es tan sofisticada como cualquier gran corporación y hasta cuenta tecnología de “punta”. Sus cabecillas estudian debilidades, fortalezas, aspectos legales y la capacidad cualitativa y cuantitativa de las unidades encargadas de reprimir está actividad “ilícita”, según indicó el fiscal segundo de droga, Patricio Candanedo. En la década del 80 y principios del 90, Panamá constituía un paso “obligado” para los narcotraficantes y su carga destinada al mercado estadounidense. De acuerdo a una fuente judicial, la ruta ha cambiado, ante la “caída” del precio de la cocaína en Miami y New York. Ahora, por razones de precios, Europa constituye el mercado “predilecto” para el tráfico de drogas. Los carteles colombianos ahora prefieren traficar heroína, el riesgo es el mismo, pero la ganancia es mayor. La heroína proviene de Pereira y Medellín pasa por Puerto Obaldía-Panamá-San José Costa Rica-New York. En cuanto a la cocaína, las costas y playas del país son principales escenarios para el trasiego de drogas. Además de las áreas de carga y puertos. El ingreso de Panamá a la ruta del narcotráfico se inició con los embarques de marihuana que se producía en el archipiélago de Las Perlas. El canyac abrió paso al mercado de la cocaína, situación que se “repetirá” con la heroína, así los revela los últimos decomisos incautados por las autoridades policiales. La Fiscalía de Drogas también ha recibido informes sobre la introducción de la droga conocida como éxtasis, sin embargo, no se ha aprehendido a ningún sujeto. Patricio Candanedo, un joven fiscal, que sin embargo ya tiene 20 años de experiencia en la investigación del narcotráfico, rechazó versiones de un congresista norteamericano de que Panamá no coopera con la “lucha antinarcóticos” y que dicha actividad se incrementó con la partida de los soldados norteamericanos. Subrayó que durante la estadía de las tropas norteamericanas, “nunca se efectuó una coordinación para reprimir el narcotráfico”. Las relaciones de la Fiscalía básicamente era con la DEA. Lo cierto es que a través de las bases del Comando Sur, algunos soldados intentaron traficar narcóticos. Candanedo reiteró que después de la invasión, se detectó a una veintena de soldados ligados a dichas actividades. TRAFICO LOCAL: La droga no discrimina en cuanto a usuarios. La misma circula en barrios de clase alta, media, sectores populares, discotecas y escuelas. Los grandes carteles tienen sus células locales para distribuir su letal mercancía. Una fuente judicial indicó que han recibido informes que en diferentes centros de diversión se “venden droga”. El vendedor recibe el pedido fuera de la discoteca y luego la entrega. Las autoridades también han detectado una marcada relación entre los carteles y los traficantes de armas. Los narcos compran fusiles AK-47 y no pagan con dinero, sino con cocaína. Dos kilos de cocaína cubren el importe de un AK-47. La droga si se coloca en las calles de Holanda le genera a los vendedores 60 mil dólares. Según un reportaje del diario colombiano El Tiempo, un fusil AK.47 se puede comprar en Rusia al irrisorio precio de 120 dólares, tal como se demostró en una reciente operación en la que se detectó la participación del mercenario israelí Yair Klein, famoso por sus viejos nexos con la mafia colombiana. Klein es conocido por algunos en Panamá, ya que fue contactado para participar en una operación con el fin de derrocar en 1989 al entonces dictador Manuel Antonio Noriega.
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