Más de un millar de apostantes fueron detenidos por la Policía tailandesa en Bangkok desde que acometió la campaña contra el juego ilegal de las apuestas relacionadas con el Mundial de fútbol de Sudáfrica, indicaron ayer fuentes oficiales.
Desde que el 11 de junio comenzó el campeonato, que en Tailandia se sigue con un interés sin precedentes, la Policía incautó unos 106.000 dólares y arrestó a 1,156 jugadores, además de a 56 corredores de apuestas.
Según datos oficiales, hasta ahora los tribunales de Justicia impusieron a 24 jugadores penas en suspenso que van de uno a seis meses de prisión, mientras que el resto de los detenidos fueron puestos en libertad tras pagar una multa de 1.000 bats (unos 30 dólares), de acuerdo a un comunicado de la Policía.
El Mundial de Sudáfrica ha avivado en Tailandia el juego de las apuestas ilegales relacionadas con los partidos de fútbol, las que más dinero mueven cada año y centradas en acertar los resultados de los encuentros de la Liga española y la Premier League.
Un estudio elaborado por la Universidad de Cámara Tailandesa de Comercio estima que durante el Mundial de Sudáfrica los tailandeses apostarán 37.000 millones de bats (1.142 millones de dólares, 929 millones de euros).