El seleccionador de Francia, Raymond Domenech, trasladó ayer la responsabilidad del motín protagonizado por los internacionales franceses durante el Mundial de Sudáfrica a la prensa gala, que reveló un episodio de insultos del delantero Nicolas Anelka hacia el técnico.
Domenech -que compareció a puerta cerrada ante una comisión parlamentaria junto al dimitido presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), Jean Pierre-Escalettes- aseguró que "la portada de LÉquipe lo desencadenó todo", según escribió en su cuenta de Twitter el diputado de la gobernante UMP Lionel Tardy.
Durante su comparecencia, que se prolongó durante unas dos horas, el técnico fue preguntado sobre su negativa a darle la mano al entrenador de Sudáfrica, el brasileño Carlos Alberto Parreira, en el último partido de la competición.
Domenech respondió que su comportamiento fue en respuesta a unas declaraciones del brasileño tras la polémica jugada en el partido de repesca frente a Irlanda, en el que una clara mano de Thierry Henry supuso el billete de Francia para Sudáfrica.