Una indigente de mote "Abril" fue arrestada por la Policía en la mañana de ayer, jueves, por atacar a dos comerciantes.
"Abril", quien un día fue como cualquier otra persona, está afectada por la droga. Ella -la dependiente a la droga-, de forma sorpresiva se dejó arrastrar por el hambre e introdujo sus manos en los envases que protegen los panes de una popular panadería ubicada en el corregimiento de Calidonia.
La dependiente del establecimiento comercial, molesta y ofuscada por el comportamiento de "Abril", la corrió al proferirle insultos gritados.
"Abril", incómoda por el suceso, salió huyendo y se refugió sobre una caseta que está próxima al lugar.
Allí, en el recóndito escondite, las tripas volvieron a hacer estragos al recordarle al cerebro que tenía hambre, pues no había ingerido alimento alguno que detuviera aquel ardor en el estómago.
"SE LE ALUMBRO EL FOCO"
Con mirada perdida y conversación con alguien que sólo ella ve, la indigente se puso en pie, retomó el paso y trazó su objetivo contra un puesto de frituras ubicado cerca al mercadito de Calidonia.
"Abril", con sigilosas pisadas, una y otra vez llevó a cabo sus embestidas, dando justo en el blanco sobre la fritanga.
Dio un paso atrás; otro más y arremetió de nuevo de frente contra el puesto de venta.
La dependiente y propietaria del comercio se disgustó y trató de detener la actuación punible de la enferma de droga, pero ésta hizo caso omiso.
Cambió de colores repentinamente la dueña del puesto de frituras, y agarró una tenaza en la mano izquierda. Cautelosamente esperó a que "Abril" se aproximara al local y cuando ésta lo hizo, la ventera arrojó sobre ella el utensilio de metal.
Despotricando con palabras obscenas, huyó la "piedrera". La dependiente a la droga recogió de la calle un recipiente de plástico, el cual llenó de agua negra y se dirigió al puesto de frituras.
A unos cuantos metros del comercio -sin que la pequeña empresaria se diera cuenta- "Abril" lanzó el objeto con agua negra sobre las frituras y la comerciante.
Acto seguido, la dependiente del comercio salió tras ella, en tanto que la "piedrera" corrió por su vida.
"Agárrenla, atrápenla", gritaba la vendedora de frituras. Como si se tratara de un musical en coro, los transeúntes gritaban lo mismo.
Pero no fue sino hasta que una ronda policial que hacía el recorrido de costumbre, intervino y detuvo a "Abril".
La "piedrera" fue llevada a la Corregiduría de Calidonia, donde la procesaron y luego la remitieron a la Policía.
ADICCION: HUERFANOS
El Estado panameño no tiene un organismo que aglutine a los enfermos de la droga; tampoco se sabe qué se hace con el dinero incautado producto de la venta de estupefacientes.