Si a usted le preguntaran cuándo fue la primera vez que ha dado un ósculo, tal vez se enojaría mucho porque la fonética de esta palabra lo llevaría a pensar que se tratara de un irrespeto hacia usted, pero realmente no es así.
Osculo, que significa beso, ha sido la comidilla de aquellos encuestadores que se burlan de la gente en la calle en esos programas locos que vemos en televisión. Si usted no quiere que lo agarren en esa vuelta, dizque con una pregunta con una respuesta tonta, lo mejor es que vaya aprendiendo a usar su diccionario. Póngase de tarea investigar al día 10 palabras difíciles. Tal vez, con esta práctica, usted se convierta en un experto en español.
El panameño está acostumbrado a inventar palabras. Nos creemos los eruditos de la Rae (Real Academia de la Lengua Española) y siempre andamos inventado y conjugando palabras como si fueran verbos.
Si alguna vez ha escuchado por ahí esas palabras raras, recomendamos correr lo más rápido posible al lugar donde guarde los diccionarios para buscar el significado de la palabra inventada. Si no aparece, califíquela como un verdadero mareo.
Nuestro lenguaje es rico y no debe dañarse inventando palabras que no están aceptadas por la Academia de la Lengua. No destruyamos el lenguaje, mucho menos si somos comunicadores sociales.
La otra recomendación que le ofrecemos es visitar, si usted trabaja con internet, sitios electrónicos gratuitos donde podemos hacer consultas a diccionarios electrónicos. Conviértase en su propio crítico. Use más el diccionario.