El grupo africano en la ONU, con sus 54 miembros, puede jugar un papel de árbitro en el debate actual sobre la ampliación del Consejo de Seguridad, aunque aparece dividido sobre este tema a pocos días de la cumbre de la Unión Africana (UA).
Numerosos diplomáticos en la ONU estiman que este grupo tiene en sus manos la suerte del proyecto de ampliación del Consejo, presentado por el Grupo de los 4 (G4, Alemania, Brasil, India y Japón).
La propuesta consiste en la creación de seis nuevos puestos permanentes sin derecho a veto, de los cuales cuatro corresponderían a los promotores de la iniciativa y dos a países africanos, aumentando a 25 el total de miembros.
La modificación del Consejo de Seguridad --actualmente integrado por 15 miembros, de los cuales cinco permanentes tienen derecho a veto (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia)-- precisa para ser aprobada del voto de dos tercios de la Asamblea General de la ONU, o sea 128 voces a favor en 191 Estados miembros.
Al menos cinco países son candidatos a eventuales puestos permanentes africanos al Consejo: Sudáfrica, Egipto, Kenia, Nigeria y Senegal.