La Policía israelí desalojó a unos cien activistas de la derecha nacionalista que se habían atrincherado en un hotel del bloque de asentamientos de Gush Katif (al sur de la franja de Gaza), en una operación que se considera el preludio de la retirada de Israel de esa zona, a partir del próximo 15 de agosto.
Al grito de "Los judíos no expulsan a los judíos", salieron del hotel Palm Beach los últimos ultraderechistas que durante dos semanas mantuvieron un encierro en protesta por el Plan de desconexión, por el que se desmantelarán los 21 asentamientos judíos de Gaza y otros cuatro en Cisjordania.