Ya lo extrañábamos. Ese fútbol soberbio, lleno de lucidez que ha patentizado España en los últimos tiempos volvió a dibujarse ayer sobre el césped, ante Portugal. "Tiqui-taca": Iniesta para Xavi, este de taquito para Villa, quien -en dos tiempos- fusiló.
España volvió a ser o, al menos, se pareció a la del 2008, año en que conquistaron la Eurocopa; y Cristiano Ronaldo volvió a ser la gran decepción: al igual que en Alemania 2006, el jugador del Real Madrid brilló, pero por su ausencia. De él solo queda un gol acrobático, que encajó ante la endeble Corea del Norte. De allí solo un par de disparos y más nada...
Y, ahora, a "La Roja" se le viene Paraguay. España la tendrá y los guaraníes aguardarán, cautelosos, intentando aprovechar cualquier yerro de los dirigidos por Del Bosque.
Brasil, que más que jugar bonito, posee un contragolpe letal, chocará ante una Holanda, que no juega bien, pero gana; Alemania, que despedazó a Inglaterra, se las verá ante Argentina, en un "clásico" de garra y honor. Allí, los "che" necesitarán de Messi como nunca. Son estos los duelos en los que para ganar se necesita que los genios estén 'enchufados'.
Uruguay, con Forlán y Luis Suárez a la cabeza, se miden a Ghana, única esperanza africana, que ha demostrado que sabe jugar y luchar.
Sudamérica ha mandado en esta fiesta mundialista. Nunca antes cuatro equipos de dicha región se habían metido en la etapa de cuartos. ¿Colará Sudamérica sus cuatro equipos en semifinales? Allí veremos.