He conversado con panameños de diferentes niveles socioeconómicos...¡y muestran algún grado de decepción con este Gobierno! A lo mejor somos muy exigentes y quisiéramos que ya se acabaran los diablos rojos. No se explican cómo una licitación tan necesaria duró casi un año. ¿Y el metro?
Se quejan de los impuestos. A nadie convence que el siete por ciento del nuevo impuesto ayudará a los panameños. Serán unos doscientos millones que saldrán de los bolsillos de todos...
Y de la seguridad ni se diga. Por más ex norieguistas que hayan instalado en la Policía, es peligroso circular por la capital en la noche.
Asaltos a plena luz del día en negocios o autobuses causan pánico.
Ya hace un año del espectáculo del "mazazo" como símbolo del "cambio" del nuevo gobierno.
¿Cambio...? Esos viajecitos del mandatario a todo el mundo en su flamante avión pagado por todos, no lo aceptamos como algo mejor que lo que hizo el ex presidente Torrijos.
Se capta que se toman medidas para impactar a la opinión pública, pero a veces los resultados son negativos.
La Asamblea sigue siendo una institución en la que unos cuantos se aprovechan de privilegios y trabajan poco. Esas sesiones extraordinarias lo indican. Añada que los Honorables pueden hasta ser Representantes como si fueran "Supermán"... ¡Y ley chorizo!
Mochilas y libros en Educación fue algo que no resultó del todo. Los jóvenes están siendo dejados de lado cada vez más.
La canasta básica no ha disminuido de manera significativa. No se ha podido controlar el aumento del combustible. Algunos ministros y directores "sólo los conocen en su casa", como dice el cholito mesero de Santa Ana.
Ojalá al cambiarlos sea para mejor...
No hay que olvidar cosas buenas, como eso de "cien a los setenta". Esperamos que las becas estudiantiles también lo sean.
Lo peor de todo es la Alcaldía del distrito de Panamá. Ni la basura han podido recoger bien...
Con ansiedad esperamos los nuevos hospitales. Que los corredores cuando sean panameños no cuesten tanto. Ojalá la bendita "cadena de frío" funcione ya. Lo mismo que la autopista Santiago-David, la prolongación de la Cinta Costera, etc.
Comida barata, seguridad y transporte adecuado es lo que piden muchos panameños, si queremos resumir la decepción que tienen al primer año del "enzapatillado".