El 30 de junio de 1908, uno de los eventos más misteriosos de la historia tuvo lugar en la vasta y apartada región boscosa de Tunguska, en Rusia, un área casi totalmente despoblada. Los pocos testigos del evento hablaron de una bola de fuego (que se cree haya sido un meteoro o un cometa entrando a la atmósfera terrestre) que llegó del cielo, y luego estalló en el aire con una fuerza mil veces mayor a la de la bomba atómica de Hiroshima. Más de 2 mil kilómetros cuadrados de bosque quedaron devastados, pero sólo se reportó una víctima fatal. No fue sino hasta 2007 que los científicos creen haber encontrado el cráter, pero aún no se sabe qué causó el llamado "Incidente de Tunguska".