El papa Benedicto XVI impuso el palio, símbolo de comunión con el Obispo de Roma, a 38 arzobispos nombrados en el último año, entre ellos, al panameño José Domingo Ulloa, al igual que a dos mexicanos, dos brasileños, un ecuatoriano.
El palio se impone con motivo de la solemnidad de San Pedro y San Pablo, en una ceremonia celebrada en la Plaza de San Pedro.
El palio está confeccionado con lana de oveja. Todos los años, en la fiesta de la virgen y mártir Santa Inés (21 de enero), el Papa bendice unos corderos de los que extrae la lana. Dicha lana, una vez confeccionada, se guarda en una urna de plata en la capilla de la tumba de San Pedro, en el Vaticano.
El palio es una pequeña estola de lana con adornos y 6 cruces negras que simboliza la oveja que el buen pastor lleva en sus hombros. Representa así la comunión de los arzobispos con la autoridad del Romano Pontífice. Sólo puede ser impuesto por el Papa.
Benedicto XVI dijo que el peligro más grave para la Iglesia no está en las persecuciones religiosas, "sino en el mal que corrompe la fe y la vida cristiana de sus miembros".
El Pontífice hizo estas manifestaciones en la misa que ofició en la Basílica de San Pedro del Vaticano en la solemnidad de Pedro y Pablo, los patrones de la Iglesia católica, durante la que impuso el palio -símbolo de comunión con el Obispo de Roma-.
El Pontífice agregó que el palio, en ese sentido, se convierte en "prensa de libertad".