El Frente Nacional por la Defensa de la Seguridad Social (FRENADESSO) aparece en una histórica circunstancia y se ha convertido en un elemento de reflexión para adoptar los correctivos dentro de nuestro sistema político democrático, el más joven de la región, pero que enfrentó el peligro de ver vulnerada su gobernabilidad.
FRENADESSO pulverizó la idea de que para gobernar con solvencia se deben tener en una misma línea, todos los órganos del Estado. Esta organización lideró un movimiento que enfrentó la decisión de la actual administración de aprobar la Ley 17 en un parlamento dominado por sus diputados sin que la sociedad fuera convencida de las bondades de su contenido ni del método utilizado.
De esta manera, se creyó, como ha sido tradición, que la formalidad de la aprobación de la ley sería un asunto olvidado en pocas semanas; sin embargo, la celeridad para conformar el instrumento legal provocó manifestaciones populares, paros y el rechazo de la opinión pública, así como la detención de más de 1, 500 manifestantes y una multimillonaria cifra en pérdidas económicas, sin dejar a un lado que la norma debió regresar al hemiciclo parlamentario.
Luego de estos movimientos la política ha sido transformada porque se desenmascararon posturas egoístas y se desterraron viejas prácticas de los elementos tradicionales, que perdieron su nivel de injerencia, sobre todo los grupos de oposición que no tuvieron la capacidad de interpretar la realidad y superar sus pugnas internas, apuntadas tan sólo a lograr el subsidio electoral.
FRENADESSO captó la simpatía y el apoyo de diversos sectores en todo el país, cansado de votar y ver frustradas sus esperanzas de crecimiento y desarrollo. La población respaldó a sus dirigentes quienes mantuvieron una posición vertical y firme en esta lucha popular.
De la misma forma, los gremios de los educadores, médicos y de trabajadores como SUNTRACS tuvieron una fuerza devastadora en esta lucha por la seguridad social y han cimentado las bases de un movimiento político comprometido con soluciones y no con el oportunismo.
Por su parte, el presidente de la República, Martín Torrijos, inicia una nueva era de relaciones con el pueblo, en cuyo futuro no se avizoran decisiones impuestas ni privatizaciones ajenas a sus derechos.
Del diálogo convocado para discutir y llegar a un consenso sobre el futuro de la Caja de Seguro Social, ha de surgir la plataforma para que el gobierno se permita una posición desde donde poder percibir el clamor ciudadano y sobre todo establecer decisiones legítimas y democráticas con el contrapeso de organizaciones como FRENADESSO como garantía de lograr decisiones después de la consulta y con garantías de legitimidad.