La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) anunció ayer que considera culpables a las siete escuderías equipadas con neumáticos Michelin por no haber permitido a sus monoplazas tomar la salida en el Gran Premio de Estados Unidos y afirmó que estudiará eventuales sanciones.
El máximo organismo de la Fórmula Uno les absolvió de los otros tres cargos: negarse a permitir que sus coches disputaran la carrera respetando un límite de velocidad; de haberse asociado para organizar una manifestación contra la Fórmula Uno; y de no haber advertido a los comisarios de su intención de no disputar la carrera.