El astro brasileño Ronaldo "El Fenómeno" saldrá a la cancha el domingo para enfrentar a Alemania en la final de la Copa del Mundo de 2002, en busca de levantar el trofeo por segunda vez y también conseguir un triunfo personal de importancia tal vez aún mayor.
En 1994, cuando contaba solamente con 17 años de edad y era llamado 'El nuevo Pelé' (por sus 50 goles en sus primeros 49 partidos en el club Cruzeiro), Ronaldo fue convocado al Mundial de Estados Unidos y recibió su medalla de campeón del mundo, pero no disputó siquiera un minuto de aquel campeonato.
En los dos años siguientes, sin embargo, el jovencito tímido, delgado y con dientes de ratón se convirtió en un hombre fuerte como un toro, gentil con la prensa y en uno de los más formidables futbolistas del fin de siglo con la potencia de sus goles.
Cuando comenzó el Mundial de Francia en 1998, Ronaldo ya era una unanimidad mundial y sobre sus espaldas cargó a una tambaleante selección brasileña hasta la final, maravillando al mundo con la potencia descomunal de sus arrancadas con el balón dominado. Sin embargo la suerte le tendió una trampa. Horas antes de la final ante Francia, Ronaldo sufrió una convulsión en el hotel donde la selección estaba concentrada.
En una serie de eventos nunca del todo explicados, Ronaldo fue trasladado en secreto a una clínica para estudios neurológicos. Seguidamente, su nombre fue excluido del equipo anunciado para jugar la final. Finalmente, fue incluido in extremis y, contra toda la lógica médica, entró a la cancha. |