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El domingo, cuando Brasil y Alemania salgan a la cancha en Yokohama, esta pregunta tendrá una primera respuesta.  |
Las selecciones de Brasil y Alemania disputarán mañana desde las 6:00 a.m. en Yokohama la final de la Copa del Mundo de 2002, en un duelo entre dos las dos mayores escuelas clásicas del fútbol y que resume lo mejor de un siglo del deporte.
Sumadas, las dos selecciones representan siete campeonatos mundiales (cuatro con Brasil, en 1958, 1962, 1970 y 1994, y tres con Alemania, en 1954, 1974 y 1990) y cinco vicecampeonatos, y sin embargo brasileños y alemanes no se cruzaron en una Copa del Mundo.
En la historia del fútbol desde la primera Copa, la de 1930, los brasileños consolidaron una tradición de fútbol vistoso, alegre y furiosamente ofensivo, el 'jogo bonito' que dejó leyendas como Garrincha, Pelé, Tostao, Sócrates, Romario o Ronaldo.
Por su parte, Alemania influenció la otra mitad del mundo con un fútbol marcado por la obediencia táctica, la perfecta preparación física, la mentalidad inquebrantable para vencer a pesar de todos los escollos con nombres como Beckenbauer, Muller o Breitner.
La consolidación de estas dos escuelas dejó una pregunta nunca respondida: ¿sería la sólida disciplina de estilo germano capaz de anular la creatividad y agresividad de los habilidosos de cuna como los brasileños? ¿O la creatividad sería capaz de demoler la solidez del estilo germano?
El domingo, cuando Brasil y Alemania salgan a la cancha en Yokohama, esta pregunta tendrá una primera respuesta.
Los brasileños llegaron a la final de esta Copa del Mundo con un desempeño que creció sensiblemente con la marcha de los partidos, pero que sorprende por la regularidad: es el único equipo en este Mundial que venció sus seis partidos, todos dentro de los 90 minutos de reglamento.
En sus seis partidos Brasil convirtió nada menos que 16 goles, con excelente promedio de 2,6 anotaciones por partido. En tanto, sufrió solamente cuatro goles (sorprendentemente, dos de ellos ante el modesto equipo de Costa Rica, cuando Brasil convirtió cinco).
Para la final, además, Scolari tendrá de retorno al joven Ronaldinho Gaúcho, quien fue expulsado contra Inglaterra y cumplió suspensión en la semifinal ante Turquía.
En tanto, los alemanes iniciaron su trayectoria con un contundente 8-0 sobre la modesta Arabia Saudita, aunque en la secuencia cedieron un empate ante Irlanda por su propuesta timorata, y logró un 2-0 sobre Camerún.
"Brasil es claramente el favorito", dijo el jueves el entrenador alemán Rudi Voeller, un 'veterano' de la conquista alemana de 1990. "Pero no siempre el mejor es el que gana. Si fuese así, Brasil ya habría ganado 14 mundiales o más. Todo tipo de factores inciden en el partido", agregó. | |