Desde los tiempos de nuestros antepasados, el istmo siempre fue reconocido como el mejor punto para en enlace con los otros mundos. Bajo esta premisa, la vicecanciller de Panamá, Nivia Rossana Castrellón, saldrá a promocionar la próxima semana en Colombia y Perú la candidatura de Panamá para acoger la sede permanente del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
En esos dos países sudamericanos se reunirá con líderes de la empresa privada, altos funcionarios gubernamentales, con miembros del cuerpo diplomático y con medios de comunicación, todo con la finalidad de presentar su ventajosa posición geográfica, el mejor escenario para que los 34 países del continente puedan tener una plataforma con excelentes conexiones aéreas, marítimas y tecnológicas y, sobre todo, con la neutralidad que requiere un ambiente de negociaciones internacionales.
La lucha no cesa. Panamá no desmaya su objetivo de ratificar su mejor ventaja, pues ya lo hizo cuando ocupó la secretaría pro témpore del ALCA del 1 de marzo de 2001 hasta el 28 de febrero de 2003, máxime cuando los estudios de competitividad demuestran que reúne plenamente los requisitos para ser la sede permanente de este organismo, que regirá un mercado de más de 800 millones de consumidores.
La decisión final sobre la sede, que se adoptará en noviembre en Brasil, será por consenso unánime de los 34 países americanos -todos excepto Cuba-, que según el proyecto inicial del ALCA deberán constituir el próximo año una zona continental de libre comercio.
No hay que descuidar ningún punto para alcanzar la victoria y lograr la sede permanente. Hay que mirar con esperanza de que las demás naciones decidan inclinar su voto a Panamá, sobre cuando celebramos el mes de la Patria.