Un estudio israelí revela que el padre de la revolución rusa, Vladimir Lenin, también sufría sífilis, tal como Hitler, Beethoven, Oscar Wilde y otros personajes históricos.
Más que descubrir algo nuevo, esta investigación viene a confirmar un rumor histórico. De hecho, al poco tiempo de morir Lenin (en 1924) se hicieron públicos los resultados de su autopsia para frenar las habladurías. Como no lo lograron, se presentaron nuevos documentos que incluían análisis histológicos, pero se obviaron algunas zonas cerebrales que se ven muy dañadas cuando la sífilis afecta a la materia gris.
En todas sus oficinas Lenin pedía que se bajase el nivel de ruido y las cefaleas le impedían trabajar.