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Entre los recuerdos que yo guardo de mi niñez, figura el teniente Ramón Cedeño, mejor conocido como "Ramoncito", que era el "terror" de la muchachada santanera por los años '50 y parte del '60. Los menores de edad de aquel tiempo teníamos que ingeniarnolas para burlar las pesquisas de este policía del barrio, al que no se le escapaba una, porque era estricto en el cumplimiento de su deber.
En una ocasión me "colé" en el Teatro Ancón para ver la película "La torre de Nestlé", que era prohibida para menores. A media función, "Ramoncito" hizo encender las luces del teatro y arrestó masivamente a 50 jóvenes, entre los que me encontraba yo, y el saldo fue una "cuera" de mi abuela, cuando me condujo a la casa. ¡Cuánta falta hacen los Ramoncito, hoy en día!
Los policías del barrio cuidaban realmente a la juventud en una época en que el consumo de drogas era un sacrilegio. Lamentablemente, ese tiempo ya pasó y la Avenida Ancón, hoy parece tierra de nadie.
Sé que en el pueblo de Pesé, en la provincia de Herrera, también hubo un policía de apellido Watson que patrullaba con igual celo, él solo el pueblo y la juventud le tenía gran respeto. Pero esos fueron tiempos pasados que quizás ya no volverán.
SAN JUAN
Hoy se celebran las fiestas de San Juan en las ciudades de Chitré y Aguadulce, las que guardo en mi memoria con gran afecto porque disfruté mucho de ellas. La última vez que lo hice fue en compañía del arquitecto Rodrigo Rodríguez y los colegas Manuel Tejada López y Carlos Barragán Solís, cuando nos situamos al frente del hotel Santa Rita en Chitré, para ver los festejos y cabalgatas.
Antaño, un evento interprovincial llamado Copa San Juan de baloncesto polarizaba la atención de propios y extraños, pero ya nada de esto se hace, perdiendo algo de su antiguo esplendor.
Sólo las tunas alegrarán hoy la fiesta sanjuanera. La ocasión es propicia para saludar al colega y amigo Rodrigo César Correa Delgado, mejor conocido como "Cañita", quien será hoy declarado "Hijo Meritorio" de Macaracas por las obras de aliento comunal que ha impulsado con su emisora Radio Península que también hoy cumple 30 años.
CAMPEON OLVIDADO
El pasado 18 de junio se cumplió un aniversario más de la conquista del título mundial peso gallo por Teófilo Alfonso Brown, mejor conocido como Panamá Al Brown, quien derrotó al español Vidal Gregorio en 1929 en la ciudad de Nueva York, siendo el primer púgil latinoamericano en ganar esa corona. El primer panameño que disputó una corona mundial fue Santiago Zorrilla y empató con Ted Morgan. Tuvieron que pasar 30 años para que Ismael Laguna ganara el campeonato mundial peso ligero, al despojar del título al boricua Carlos Ortiz. Al Brown murió en Nueva York el 11 de abril de 1951.
EXITO LITERARIO
Vistosa y amena fue la presentación del libro biográfico sobre Samuel Lewis Arango que hizo el colega Rubén Luis García recientemente. Lewis fue director del diario "El País" y de la revista "Epocas". Una estatua de su padre, del mismo nombre, es la que aparece al lado de la torre de Panamá La Vieja.
El meritorio ciudadano fue objeto de un homenaje póstumo y el colega García leyó capítulos de su interesante obra, la que fue comentada también por el colega Miguel Angel Moreno Góngora en Radio Soberana.
RIOS DE CHAME
Para los que promueven la extracción de arena y cascajo de los ríos y playas, deben mirarse en el espejo de lo que sucedió a varios ríos del distrito de Chame, que fueron objeto de un crimen ecológico, destruyéndolos como atracción turística. Los ríos Yegüela (Palmar del Río), Las Peñitas, Paso El Medio y Cabuya fueron víctimas de depredadores que le quitaron su encanto natural por esa extracción inmoderada de sus recursos naturales.
Nos oponemos rotundamente a la extracción de arenas submarinas en el área de Farallón.
NADA DE CARNAVAL
Van seis meses transcurridos del año 2001 y la Junta del Carnaval ni suena, ni truena. Después estaremos con las improvisaciones de siempre y por consiguiente desembocaremos en el fracaso de todos los años. Los capitalinos merecemos algo mejor, pero como en Panamá dejamos todo para última hora vaticinamos desde ya otro estrepitoso fracaso por no tomar las precauciones que esta fiesta popular amerita.
Hace falta una Junta de Carnaval que planifique y organice desde temprano las fiestas del rey Momo. Aquí no hemos querido aprender de los tableños que organizan el carnaval una vez terminado el del año anterior. Pero así somos los capitalinos que nos conformamos con ser mirones de los espectáculos con los mismos artistas que trae siempre la televisión y tenemos que resignarnos a soportar estos mamotretos, caricaturas de fiestas que han perdido su valor. |
