EDITORIAL
Panamá se ahoga en basura
Desde la década de los 60 se conoce que empresas extranjeras han hecho ofertas para la concesión administrativa o privatizar la recolección de la basura en Panamá. A pesar de que es un mal crónico el amontonamiento de desechos en nuestra urbe, misteriosamente nunca han cristalizado las gestiones de que una empresa local o foránea se encargue de ese servicio porque el Estado panameño ha mostrado tal indolencia en ser eficiente en la Dirección Metropolitana de Aseo. En la época del presidente Endara, una empresa "LIMPA" y otra "SAVENPE" se adjudicaron la licitación de la recolección de la basura pero extrañamente a ninguna se le concedió a pesar de que supuestamente cumplían con los trámites de rigor. El vía crucis de los habitantes de la ciudad capital va a hacer crisis desde el momento en que se traspase la recolección de la basura al Municipio de Panamá sin contar éste con los recursos adecuados. En una decisión apresurada e inconsulta, el Gobierno Nacional en forma irresponsable recarga los servicios del distrito capital sin antes hacer un estudio sobre la factibilidad de que ese traslado de responsabilidades vaya a ser eficiente. Aparte de ello, hay un gran desnivel entre los salarios que devengan los empleados del municipio capitalino con los de la DIMA, lo que les va a ocasionar un problema con las planillas a los funcionarios que ganan sueldos muy precarios. A pocos días de concluir este gobierno no se puede estar improvisando y lo que se debe hacer es postergar esta decisión. Para hacer más eficiente la DIMA tendría que tener funcionarios de la talla del Ing. Nilson Espino y Julio Rovi, ya que los otros directores han fracasado en su gestión administrativa. El público y los propios empleados de la DIMA jamás tuvieron conciencia del programa de reciclaje del arquitecto Rovi, mientras que el ingeniero Espino fue promovido a una Dirección superior en momentos en que enderezó las cosas torcidas de la Dirección Metropolitana de Aseo. Reiteramos el llamado de atención al actual gobierno de que la tónica es allanarle el sendero a la nueva administración y no ponerle piedras en el camino. El problema de la recolección de basura es cultural pero hay que aplicar también severas sanciones para los que arrojan basura en quebradas, ríos o la tiran a la calle. Incluso la enseñanza de que una ciudad limpia es una ciudad sana, debe promoverse en el hogar y las escuelas. Creemos que hay que ser precavido para no entorpecer la labor del nuevo gobierno y la administración del nuevo Alcalde del Distrito Capital. Hay que ser noble y no actuar con mezquindad política porque la Patria es de todos y no de unos cuantos.
PUNTO CRITICO |
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