Autoridades de Ecuador desmantelaron una red de tráfico de drogas que financiaba y tenía "relación directa" con la milicia libanesa Hizbuláh y detuvieron a siete personas, informó ayer, la Policía.
El coronel Edison Ramos, jefe de la unidad antinarcóticos de la Policía de Quito, señaló a los periodistas que la semana pasada fueron detenidos en esa capital un sirio, un argelino, un turco, un nigeriano, una ecuatoriana y dos libaneses, como resultado de la "operación Damasco", iniciada el año pasado.
El grupo tenía contactos en numerosos países y trasladaba cocaína procedente de Colombia, desde de Quito y Guayaquil, a Estados Unidos, Europa y Oriente Medio.