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Manuel Fernando Zárate junto a uno de los principales amores de su vida, la mejorana.  |
En la agenda que se ha preparado como homenaje al centenario de nuestra República, podemos encontrar que legítimamente se recuerda la figura de Manuel F. Zárate, pero no he precisado si existe un programa especial para distinguir a este insigne guarareño, por tanto en estas líneas me propongo resaltar sus atributos y aportes a nuestra cultura como exponente de la nacionalidad.
“Manuel Fernando de las Mercedes Zárate, nació en Guararé el 22 de junio de 1899”. Hizo sus primeros estudios en su tierra natal, para luego trasladarse al Instituto Nacional a recibir el título de “maestro de escuela primaria”, profesión que ejerció por corto tiempo ya que se trasladó a Europa, específicamente a Francia para obtener un doctorado en química. Además cursó post-grado en el Instituto Pasteur. También tomó cursos de literatura en la Sorbone y de historia y crítica de arte en la Escuela de Louvre. Como profesional ejerció diferentes cargos en su especialidad, lo cual no fue obstáculo para que dedicara tiempo al estudio, investigación y difusión de nuestro folclor.
Se podría decir que para donde más escribió artículos interesantes fue para la Revista Lotería; tales como: Carnaval panameño, 1949; Algunas ideas y sugestiones para un plan de estudio folclórico en Panamá, 1949; La saloma, 1950; El tamborito, 1951; Los festejos de Guararé, 1951; El Festival Folclórico de la Mejorana, 1957; Nacionalidad y folclore, 1961; Senderos y cumbres de los festivales folclóricos de Panamá, 1962; Tambores de Panamá, 1964; La saloma y el Cristo, 1967.
Pero para sus obras cumbres, pudo concretizar con la ayuda de la profesora Dora Pérez de Zárate, está “La décima y la copla de Panamá” ganadora del Concurso Ricardo Miró en 1952 y “Tambor y sovacón ganadora en 1962. Entre otros tenemos “Brevario del folclor en 1958”.
El profesor Zárate falleció el 29 de octubre de 1968 y todo los recordamos por ser el primer en la realización del Festival Nacional de la Mejorana en Guararé. Hoy día es reconocido como “El padre de la folclorología istmeña” y el más notable folclorólogo del siglo XX”.
Quienes hemos tenido la oportunidad de revisar y analizar el aporte de este insigne guarareño, nos damos cuenta que no sólo organizó, en contra de los gustos de la época, o visitó grupos autóctonos, sino que sembró un ideal, escudriñó las reales prácticas del hombre del campo, cómo vestían, cómo trabajan, cómo comían y cómo se divertían, y los llevó a escenarios importantes del país como muestra de los elementos significativos de la nacionalidad, que aportan a la construcción y consolidación de la nación y del propio Estado. Su trabajo no fue fácil, ni encajaba en su momento, estaba tentado por el consumo de la cultura extranjera, como igual ocurre hoy, pero jugó un papel oportuno, para que al celebrarse el Primer Centenario de la República, pudiéramos tener la oportunidad de saber qué realmente es Panamá en sus diferentes regiones.
Con el Festival de la Mejorana se ha podido transmitir en cincuenta y cuatro años las costumbres y tradiciones que nos diferencias de los demás países. El profesor Zárate en su momento supo encontrar estas características diferentes, las identificó, las mostró, las plasmó en sus escritos para asegurar su vigencia cuyos resultados, su esposa Dora, alcanzó a presenciar el alcance que habían tenido las ejecutorias del profesor. Ahora nos corresponde a nosotros afianzar, con el mismo ímpetu, con las mismas amenazas, ese compromiso de Patria que se descubre en la obra de Zárate.
Es oportuno reconocer el aporte del profesor Manuel F. Zárate, durante su amplia trayectoria, que se refleja en nuestros días en el folclore que fortalecen nuestra Patria, producto del amor al hombre del campo y sus raíces. |