La Reforma Agraria es una institución surgida de los planes de organismos internacionales como el punto cuatro y la alianza para el progreso a finales de la década de los años 50, para frenar el precarismo en las zonas rurales de América Latina, amenazadas por los cambios revolucionarios liderados por la izquierda.
Esta entidad, casi desconocida en las ciudades, medió desde sus comienzos en las luchas que libraban campesinos empobrecidos contra los terratenientes y dueños de latifundios, a fin de evitar una confrontación violenta que pusiera en peligro el sistema en su conjunto.
En síntesis, su función se basa en la custodia y legalización de un recurso económico tan vital como el suelo, sobre el cual se fundamenta gran parte de la economía del país.
Entregar en venta y legalizar terrenos de la Nación a grandes, pequeños y medianos propietarios no es fácil, cuando los vientos de la globalización y las nuevas doctrinas del mercado amenazan el agro panameño.
Tengo entendido además, que las leyes con que se rige esta materia datan de muchos años atrás, lo que requiere de una modernización.
Las denuncias salidas a la luz pública sobre la adjudicación de tierras de manera no muy clara en zonas apartadas de Veraguas, que obligaron a la separación de funcionarios de la Reforma Agraria, ponen al descubierto anomalías internas que deben ser investigadas y sancionadas severamente. |