Felipe Baloy brilló anoche. Lejos de la cancha de juego y de sus compañeros del Monterrey, de México, el capitán de la Selección Nacional se jugó el todo por el todo y dio el "sí acepto" a Eliana Galeano, en la Iglesia San Juan Apóstol, de Brisas del Golf.
La boda se inició pasadas las 8: 00 de la noche. El olor de las rosas rojas perfumaban el ambiente de la iglesia, adornada en forma sencilla. Poco a poco fueron llegando familiares e invitados, entre los que se encontraban el boxeador "Pelenchín" Caballero, Irving Saladino y Blas Pérez.
Baloy, que permanecía fuera de la Iglesia, en espera de la novia, aseguró que no estaba nervioso. "Estoy relajado", dijo en medio de una sonrisa.
El "Pipe", como también se le conoce, estaba elegantemente vestido, con un saco negro, camisa blanca y una corbata de color oro. Confesó que todo su atuendo había sido comprado en México, al igual que el de su esposa.
Afuera de la capilla, una limusina negra se estacionó y bajó de ella, Eleana, vestida con un traje blanco perlado, largo, con detalles de pedrería y sandalias de tacón alto. Su cabellera fue recogida en una treza cubierta por una tiara y un gran velo.
De allí marcó su paso hacia el altar apoyada del brazo de su padre, mientras dos pequeños caminaban tras de ellos, Felipe Andrés y María, los frutos del amor de la pareja.
El Ave María comenzó a escucharse y "El Pipe" sonrió al verla.
Los presentes se levantaron de sus asientos y esperaron, la novia fue entrega antes de llegar al altar y Baloy tomó la mano de Eliana.
La ceremonia, con profunda religiosidad, demoró 1: 20 minutos. El sacerdote habló de amor, comprensión y el nuevo camino que emprendían como pareja.
Con el intercambio de anillos y los "Sí, acepto", la ceremonia concluyó en medio de aplausos, una que otra lágrima derramaba y el beso tan esperado.
A las puertas de la iglesia, una lluvia de arroz frijoles y maíz acompañó a los recién casados, que eran esperados en un lujoso hotel de la localidad, en el que bailarían y disfrutarían de la unión.
Y la luna de miel dónde será, se le preguntó a Baloy. El defensa panameño respondió de forma pícara, "en el hotel", porque los compromisos me impiden disfrutar en otro lugarl.