Aquel momento no se ha borrado de nuestra mente, 4 de febrero 2009 en el Teatro Anayansi, Erika Ender por primera vez ofrecía un concierto para los panameños. El lugar estaba abarrotado; ella interpretaba lo mejor de su repertorio, hasta que subió él; gordito y no tan alto. ¿Quién pensaría que aquel hombre a quien Erika invitó a subir con tanto amor, era su padre?
Lo miraba enamorada, a pesar de que dentro del público estrenaba un nuevo amor. "Este es mi padre Carl" dijo, y, en minuto, comenzaron a interpretar un tema. El momento fue el más emotivo de toda la noche y el público respondió con grandes aplausos.
Lo que muchos no sabían es que ese día el padre de Erika, Carl Ender, tenía dos motivos para que su corazón le palpitara fuerte: el primer show de su hija y la primera presentación de él con tanto público.
Sí, Carl es músico, aunque no adoptó la música como profesión, como su hija, la lleva en la sangre y no fue hasta hace 8 años que decidió darle rienda suelta a su más grande pasión. Asegura que optó por empezar a cantar, ya que va llegando una etapa en la vida donde las personas luchan por hacer lo que siempre han soñado, para sentirse más plenos. También nos confesó que Erika tuvo mucho que ver en esa decisión: "Al verla a ella con esa fibra en las artes y estar logrando lo que tanto quiere hacer, es un estímulo para mí", manifestó.
Según el señor Ender, siempre supo que sus hijas llegarían muy lejos, eso sí, cada una en su ámbito. Erika en la música e Ilka en los medios. "Siempre he motivado a mis hijas a que hagan lo que les gusta, cada quien tiene que tomar sus propias decisiones", también expresó: "Los padres, después de cierto momento, pasan a ser asesores a distancia".
A la hora de recordar el momento más feliz que le han regalado sus hijas, no pudo, asegura que son muchos y cada uno mejor que los otros, ellas son sus grandes tesoros.
Como todo hombre, siempre soñó con tener un varón, por ello cuando sus hijas estaban chicas a ambas le cantaba: "duerman mis niñas bonitas" a la espera del guapo de la casa, que nunca llegó. Y, como si fuera poco, las mujeres siguen reinando, ya que su hija menor, Ilka, tiene una niña. No pudimos dejar de preguntarle, qué tanto ansía un nieto de Erika, y nos contestó: "Cuando llegue lo recibiremos con los brazos abiertos, pero eso será cuando ella esté lista".
Según Carl, el único consejo que le puede brindar a los padres que tienen hijos que sueñan con ser artistas o que son artistas es: "Deben darle un respaldo psicológico, amoroso y que siempre estén ahí, ya que los medios artísticos no son nada fácil".