En medio de un charco de sangre, fue encontrado muerto, en extrañas circunstancias, Heraclio Hernández Chang, de 34 años.
A las 9:30 de la noche del lunes, los moradores de San Cristóbal, corregimiento de Río Abajo, escucharon los desgarradores gritos de Yesuri Mosquera, de 23 años, cónyuge de Heraclio, quien encontró el cuerpo inerte -del mismo- dentro del baño de la residencia O-31, la cual es propiedad de la madre del occiso.
A medida que transcurrieron los minutos, otros familiares fueron llegando a la escena y en medio del silencio sepulcral del vecindario, sólo se escuchaban los sollozos de los deudos. En el momento en que ocurrió la extraña muerte, no había ninguno de los familiares de Heraclio en el domicilio.
El forense Aquiles Medina, quien estuvo en el levantamiento del cadáver, determinó como posible causa un paro cardiáco por sobredosis de hormonas y al caer sufrió una herida en la frente por la cual emanó abundante sangre, a pesar de eso las autoridades no descartaron un posible homicidio.
Los restos mortales de Heraclio fueron conducidos a la Morgue Judicial para la correspondiente autopsia que determinará si se trata de muerte por paro cardíaco u homicidio.
Según fuentes extraoficiales, Heraclio pagó una condena de 12 años por su vinculación en un homicidio ligado al tumbe de drogas.
Heraclio, quien hace más de un año había salido libre, dejó en la orfandad un infante de un año y dos meses.
Extraoficialmente se conoció que el hoy occiso había recibido amenazas de muerte por varios sujetos residentes en Calle 17, Río Abajo.