Un camión bomba explotó en pleno centro de Bagdad y mató a 78 personas, el mismo día en que cerca de diez mil soldados iraquíes y estadounidenses emprendieron una gran ofensiva contra la insurgencia en la provincia de Diyala.
El atentado tuvo como blanco la plaza Jilani, en el centro de la capital, y dejó además 118 heridos, según el último saldo de víctimas, que no ha dejado de aumentar desde el mediodía.
Fuentes policiales explicaron que el camión, de marca Mercedes, llevaba una tonelada de explosivos, y su estallido causó importantes daños en la mezquita chií del mismo nombre de la plaza, cercana al lugar de los hechos, sin que quede claro si la mezquita era el objetivo del atentado.
Entre las víctimas se encuentran varias mujeres y niños, afirmaron las fuentes, y agregaron que la explosión ha dejado asimismo 15 vehículos incendiados y daños en varias tiendas de la zona.
OFENSIVA ALIADA
El atentado se produjo horas después de que se anunciase una gran ofensiva militar iraquí-estadounidense contra la insurgencia en la provincia de Diyala, situada entre Bagdad y la frontera con Irán.
En la ofensiva, los soldados mataron a al menos 22 presuntos insurgentes, según un comunicado difundido y por el mando de EE.UU.
"Los informes preliminares dicen que 22 terroristas presuntamente vinculados con Al-Qaeda murieron en las operaciones", dijo el comunicado, que no especificó si hubo bajas en las fuerzas iraquí-estadounidenses.
Según la nota, las tropas cuentan con el refuerzo de helicópteros de combate en las principales operaciones, que comenzaron en Baquba, situado en la provincia de Diyala, 65 kilómetros al noreste de Bagdad.
Esta ofensiva llega un día después de la que las tropas británicas lanzaron contra los rebeldes chiíes de la milicia "Ejército del Mahdi", leal al clérigo Muqtada al Sadr, en la localidad de Amara, en el sur del país.
Además, el Ministerio iraquí del Interior anunció la muerte de cinco soldados iraquíes después de que un convoy del Ejército fuese emboscado por rebeldes en Hibhib, cerca de Baquba.
También resultaron heridos 16 soldados y cinco vehículos quedaron calcinados tras el ataque.
PODER DE FUERZA
EE.UU. envió un nuevo contingente de soldados a Irak, que asciende a 28, 000 efectivos y que se suman a los 150, 000 que ya hay.