Peter Anthony Byrne, sentenciado hace más de dos años por el homicidio de Max Conroy, ejecutivo de Cable and Wireless, fue montado ayer en un avión rumbo a su patria natal, Irlanda.
Por ahora, ninguna autoridad ha brindado explicaciones concretas de la salida de Byrne, y si la misma tenía que ver con que éste acabe de cumplir su pena en Irlanda o seguirá en esa nación europea su tratamiento médico.
Byrne cobró notoriedad a nivel de los medios de comunicación social en momentos en que era arrestado a su salida de un lujoso apartamento ubicado en Punta Patilla, donde minutos antes había ultimado de varias puñaladas a quien fuese su mejor amigo, el inglés Max Conroy, en un confuso incidente matizado de ira contenida y violencia consumada con sangre.
Durante la audiencia realizada en el Segundo Tribunal Superior de Justicia, a Byrne se le notaba triste y pensativo, e incluso en una ocasión fue sometido a medicamentos por su violento comportamiento cuando escuchaba los planteamientos formulados por las diversas partes participantes en un juicio que se prolongó por varios días en el salón de audiencias del Segundo Tribunal Superior de Justicia, la cual decidió bajo el sistema de jurado de conciencia responsabilizar penalmente al irlandés Peter Anthony Byrne por el asesinato de Max Conroy.