El problema de las detonaciones que causan daños a los edificios Z-1 y Z-2 del área de Los Libertadores no cambia de rumbo. Las voladuras por parte de una empresa que construye un gran centro comercial no cesan y los daños persisten.
Ayer, debido a la desesperación de que tal vez sus viviendas queden poco a poco convertidas en escombros, residentes de los edificios afectados y hasta los no afectados aún, salieron a cerrar la avenida Ricardo J. Alfaro, Tumba Muerto, para llamar la atención de las autoridades.
El cierre se produjo luego que unos 12 pedazos de loza del edificio Z-1 cayeran al vacío a eso de las 4:30pm.
Isis de Vaz de Melo, vocera de los afectados indicó que contactó a las autoridades de seguridad para que acudieran al lugar a inspeccionar y a tomar medidas, ante el inminente peligro que corren los habitantes de que las estructuras se vengan abajo.
Las autoridades del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) y los Bomberos se apersonaron al área para evaluar la situación. Los bomberos decidieron acordonar parte del edificio, como medida de seguridad, ya que consideraron, según se pudo conocer, que los alrededores del inmueble son peligrosos.
Ayer se realizó una detonación más, a eso de las 11am, y según Vaz de Melo, esa fue la causa de la caída de los pedazos de loza.
Los residentes exigieron la presencia de Edgardo Mateo, director de seguridad del Ministerio de Gobierno y Justicia, ya que él es quien autoriza o suspende las detonaciones. Los vecinos quieren la segunda opción, y definitiva.
Al momento de redactar la información, los residentes se mantenían en medio de la Tumba Muerto, y recibían apoyo de los vecinos desde sus balcones, quienes tocaban pailas. Los afectados no aceptaron las persuasiones de las autoridades de la Policía Nacional quienes se mantenían vigilantes por cualquier eventualidad.
Mientras tanto, cientos de conductores que pretendían utilizar la Tumba Muerto trataban de usar las vías alternas, congestionadas por otros conductores. Las filas de autos eran interminables, como interminable es el dolor de cabeza de quienes son afectados por las detonaciones y ven sus apartamentos desmoronándose.