Elsa Paredes negó que su novio Abdimar Alberto Ramos Silva, de 35 años, se suicidara como pensaron las autoridades inicialmente. Agregó que se cayó del tercer piso porque a la víctima- desde niño- le gustaba andar en los aleros y pasarse de un lugar a otro.
La víctima cayó la medianoche del miércoles desde el tercer piso del edificio "Las Plazuelas", en calle octava Pueblo Nuevo, cuando se encontraba en el alero en la parte exterior del apartamento.
Paredes narró que su novio, a quien describió como una persona "sumamente inteligente", era "muy noble de corazón" y negativo al suicidio, pues para él, eso "era denigrante".
La pareja se conocía hace cuatro años, pero desde hace cuatro meses eran novios y desde hace un mes vivían juntos en un apartamento del edificio "Las Plazuelas", en Pueblo Nuevo.
Dijo que Ramos adoraba a sus tres hijos y los dos de ella, por lo que no tenía razones para suicidarse y si lo hubiera hecho, nunca utilizaría su casa para no afectar a los niños.
La hija de catorce años de Paredes lo vio muerto en el pavimento, y el niño de cuatro años dijo con inocencia que Abdimar se cayó, lo que sorprendió a la madre, quien desconoce cómo se enteró su hijo de la noticia.
ERA UN "MCGYVER"
Abdimar Ramos Silva era considerado un artista, genio, según su novia. Hacía toda clase de trabajos en pintura, escultura, molduras, además de todo tipo de instalaciones."Era un McGyver", exclamó la fuente.
EL AVISO
En el lugar de donde cayó la víctima permanecía una paloma con los colores de la barba del occiso, y Elsa asegura que el ave llegó atraída por su espíritu. El animal con apariencia enfermiza, estaba afuera de la habitación de la hija de Paredes y luego se pasó al lugar de donde cayó al vacío Abdimar.
Para Paredes hay cosas inexplicables. Hace una semana, un ave murió en el balcón de la pareja, lo que asustó al hoy occiso, y ayer, él murió al caer del tercer piso de su apartamento.
EL ADIOS
La pareja trabajaba en unos proyectos que pronto entregarían. Ella se acostó a dormir y Abdimar continuó trabajando. Lo último que supo fue que la PTJ tocó a su puerta cerca de la 1:30 a.m., le dio la descripción de la víctima, lo que bastó para que supiera que se trataba de su compañero. |