Cientos de iraníes que exigen más democracia realizaron protestas por octava jornada consecutiva, mientras decenas fueron arrestados y otros resultaron heridos en diversas marchas en siete ciudades del país.
Washington apoya las protestas y las califica como un grito en busca de libertad de parte de un pueblo cuyo gobierno ha sido señalado por Estados Unidos como parte de un "eje del mal", junto con Corea del Norte y el Irak del derrocado Saddam Hussein.
Estos tres países fueron acusados por Washington de intentar fabricar armas nucleares, además de brindar apoyo a grupos terroristas. Estados Unidos acusa ahora a Irán y a Corea del Norte de tratar de desestabilizar el Irak de la posguerra.
Los manifestantes en Teherán, temerosos de ser golpeados por grupos de "vigilantes" islámicos radicales, como sucedió en noches anteriores, prefirieron permanecer dentro de sus autos, haciendo sonar las bocinas y causando problemas en el tráfico, en especial en las zonas aledañas a la universidad, foco de las protestas.
La agencia oficial de noticias IRNA informó de protestas en otras seis ciudades, además de la capital, donde hubo decenas de arrestos y varias personas resultaron heridas. |