CREO SER UN BUEN
CIUDADANO
Sin embargo, conduzco mi “diablo rojo” como un enloquecido
Lo ocurrido el viernes en el Corredor Norte, donde un “diablo rojo” casi mata a una de las cobradoras y al pasajero de un auto particular, es un síntoma más de la anarquía que impera en la organización de los buseros. Tal vez termine cuando se implante un nuevo sistema de transporte público; o cuando definitivamente se le castigue ejemplarmente a todos estos buseros peligrosos y con tendencias homicidas. Como vamos, la ciudad capital va a ser un nido de peligro, igual que Ciudad de México o Caracas, donde los maleantes hacen imposible el turismo de todo tipo. Aquí, nadie, ni propios ni extraños, podrán salir por miedo a que un bus les pase por encima.
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