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Si nos preguntan lo que significa la figura de un padre en el seno familiar, es probable que surjan muchas respuestas diferentes. Sin embargo, la familia del señor José, de 58 años, lo define como "un padre ejemplar, a pesar de las dificultades".  |
En la comunidad de Los Uveros de Penonomé, por múltiples indicaciones de que se le reconociera su labor, encontramos a José Cedeño, con 14 hijos y una esposa orgullosa que lo apoya en todas las necesidades. Decidimos ir por sorpresa a la vivienda de José, pues queríamos ver qué hacia un sábado en la mañana un padre ejemplar. Y cuál fue nuestra sorpresa. No estaba. Su esposa Crescencia (Chencha) y sus hijos casi salían a acompañarlo en la faena.
Pues José estaba en el "monte", como él dice, sembrando yuca para tener algo para su numerosa familia; el terreno estaba a casi siete minutos de su casa, allá fuimos y lo sorprendimos, al principio se mostró apenado, pues nos esperaba más tarde y, según él, no estaba arreglado.
Inmediatamente iniciamos la conversación, pero José seguía trabajando la tierra con sus herramientas, apoyado por sus hijos, pues si llovía ya el trabajo estaría listo. En medio de esta dura, pero gratificante labor, Don José señalaba que orgullosamente tiene 14 hijos que le han inspirado trabajo y lucha junto a su esposa Chencha, quien lo apoya laborando como trabajadora manual en la Gobernación de Coclé.
¿EN QUE TRABAJA JOSE?
Bueno, nos decía con una gran sonrisa en su rostro, tengo un trabajo en el MOP de Coclé, gracias a Dios, y en mis ratos libres me dedico a la venta de frituras como empanadas, bollos, hojaldres, entre otras frituras, para mantener a mi familia, que "es muy numerosa y así la he mantenido por muchos años", indicaba mientras sembraba sus productos.
José dijo que cuando sólo contaba con 17 años, trabajó en un restaurante en Penonomé, "era el primer restaurante en el lugar y yo era el cocinero, fue bueno trabajar allí, ya que así conocí a Chencha".
CONDICIONES ECONOMICAS
Dice sonriente José, no son las mejores, pero todos los días se come gracias a Dios y los niños pueden ir a la escuela y presentar sus trabajos.
Inicialmente la vivienda de José era de quincha, allí nacieron todos sus hijos y allí los crió, pero gracias a sus esfuerzos logró construir una moderna en donde hoy viven algunos de sus hijos, otros ya se han casado.
Don José dice que con ayuda de sus hijos seguirá mejorando su casa y sólo le pide a Dios, salud para seguir adelante con su familia.
HIJOS Y ESPOSA
Son 14 hijos, Eduardo el mayor de 35 años, Arlina, Eric, María, Carmen, Salvador, Verónica, José, Isaac, Esmeralda, Francisco, Matilde, Jeremías y Magdalena de cinco años, quienes se sienten orgullosos de su padre. El estudio y profesionalismo de muchos muestra que "querer es poder".
Ya hace 30 años de la unión de José y Chencha, y es que en agosto próximo contraerán matrimonio civil y eclesiástico. "Para mí no hay otra mujer que no sea la luchadora de Chencha Morales", ratificó José.
Para José, los padres deben reconocer a sus hijos, son un regalo de Dios. Las pensiones alimenticias son una buena ley, porque obligan al padre a mantener a sus hijos, aunque no vivan con ellos.
PROYECCIONES
José y su familia esperan que el Gobierno les otorgue un terreno, ubicado en Los Uveros, el cual han trabajado por muchos años, para poder construir allí las viviendas de algunos de sus hijos.
Además, está en proyecto la creación de una granja para criar pollos y poder venderlos, sin embargo, necesitan algún funcionamiento para iniciar y salir adelante.
Señala José que el vender frituras es gratificante, pero requiere de una carretilla para poder trasladarse mejor.
En la vida el dinero no lo es todo y José sustenta esta teoría para él: "si hay salud y alimentos y, sobre todo, amor, todo está bien". Sus hijos y la educación recibida se han constituido en el mayor logro obtenido en su vida.
"Seguiré luchando por mis hijos, porque por ellos valen la pena los sacrificios", culminó diciendo José con una sonrisa en su rostro que se mantuvo siempre, rodeada de sudor del trabajo, pero también del cariño que merece "un padre ejemplar, a pesar de las limitaciones". |