La temporada que acaba de terminar escribió una nueva página en la historia de la NBA, destacando la existencia de un nuevo monarca, nuevas estrellas y una impresionante cobertura informativa en la era posterior a Michael Jordan.
Shaquille O'Neal confirmó su condición de jugador más dominante del último partido, al ganar por segundo año consecutivo el premio al Jugador Mas Valioso (JMV) en la final de la NBA, que llevó a los Lakers de Los Angeles a su segunda corona sucesiva.
No fue menos el perdedor, 76 Sixers, que conquistó la imaginación de los aficionados con su pasión, coraje y voluntad.
Los Sixers llegaron a la final luego de asegurarse el título de la Conferencia Este, dejando en el camino os Raptors de Toronto y a los Bucks de Milwaukee, en dos series electrizantes que se disputaron en el máximo de siete partidos.
Y en cada victoria, se ganaron el aprecio de los hinchas del baloncesto por levantarse de las profundidades de la adversidad. |