Firmas falsificadas, venta ilegal de cupos y corrupción denunciaron en una nota dirigida a la presidenta de la República, Mireya Moscoso, los transportistas de las regiones Norte, Este, Oeste y Sur del distrito de Penonomé (ACOPACASA).
Los transportistas de las regiones Norte, Este, Oeste y Sur de Penonomé solicitan a la Mandataria que se haga un alto en el otorgamiento de cupos de dudosa procedencia que afectan a los "ya golpeados transportistas".
Aseguran que esta nota aún no se la han enviado a la Presidenta porque saben que nunca se la harán llegar, "pero hemos tratado que a través de los medios de comunicación le llegue y así ella podrá actuar", expresó Rafael Eyserik, vocero de los transportistas.
Señalan que en reiteradas ocasiones le han enviado notas al director del Tránsito, Pablo Quintero Luna, quien lamentablemente no les apoya.
Eyserik asegura que los tienen marginados y no existe apoyo, todo lo contrario una corrupción en la entidad.
"A partir del año 1999 hicimos varias solicitudes de concesión de prestación de servicios, y hasta la fecha, las respuestas son que todo está bien, que se encuentran en el despacho del señor director para su firma, pero se nos engaña", aseguran en la nota.
Los transportistas indican que tienen cuatro años de espera y no hay solución, mientras que al Sindicato de Trabajadores del transporte de la provincia de Coclé se le ha dado luz verde en el Tránsito para cometer los ilícitos denunciados en la Fiscalía Anticorrupción, a cargo de la Cecilia López, a quien "sólo le ha quedado el trabajo de confeccionar un expediente más".
Ellos califican la situación de caótica, porque aseguran que en la calle ya se encuentran a personas vendiendo los cupos por dos mil y hasta siete mil balboas como si fuera venta de bollos en la campiña.
Los transportistas de ACOPACA están endeudadas con bancos y casas financieras, mientras el Tránsito no hace nada para evitar el negociado de cupos que se otorgan sin consultar.
El vocero de estos transportistas aseguró que la saturación de rutas es grande al punto que tienen que suspender la mitad de la flota para poder trabajar. |