Bogotá se está quedando sin lugar para enterrar sus muertos


Bogotá
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Bogotá, la ciudad más poblada de Colombia, se está quedando sin lugar donde enterrar a los muertos de las clases más pobres por la escasez de bóvedas en cementerios públicos y las demoras en la exhumación de los cadáveres, dijeron compañías funerarias.

En los tres cementerios públicos que posee la ciudad, sólo hay cupo para 34,000 cadáveres, los que tienen que permanecer allí durante cinco años al cabo de los cuales son exhumados para dejar espacio a otros.

"En este momento tenemos escasez de bóvedas, en especial para niños y aunque sabemos que es un servicio social, no podemos hacer nada porque no hay más espacio", dijo a Reuters Carlos Báez, gerente de Coontrasfun, empresa que administra los cementerios públicos.

Según Báez, en 1989 fue la última vez que en Bogotá, con 6.1 millones de habitantes, se construyeron bóvedas fúnebres en los cementerios y según sus estimaciones la capital requiere de al menos 15,000 bóvedas más para atender la demanda de cara al próximo siglo. "El problema es que después de los cinco años la gente no viene a reclamar los restos, a veces son niños que nacen muertos y nunca los reclaman, además que los trámites para la exhumación son muy demorados", aclaró Báez.

De acuerdo con la secretaría de Salud del Distrito, el tiempo de descomposición de los cuerpos de personas adultas corresponde a cinco años, debido a factores como el clima y la humedad.

La entidad afirmó que para exhumar un cadáver con anticipación, se debe realizar un estudio técnico que compruebe la ausencia de riesgos epidemiológicos producidos por los cuerpos que aún no han cumplido su proceso de descomposición.

La cremación, como posible solución al problema, no se puede aplicar en muchas ocasiones, porque la ley colombiana prohíbe la utilización de este procedimiento en caso de muertes violentas.

En Bogotá, según el Instituto de Medicina Legal, al menos 12 personas mueren diariamente por causas violentas. Según los propietarios de funerarias consultadas, a la mayoría de los colombianos que profesan la religión católica, especialmente los de las clases de más bajos recursos, no les gusta cremar a sus muertos.

Aunque en la ciudad también existen los parques-cementerios, que ofrecen mayor cantidad de tumbas en tierra, los precios son tan elevados que muy pocos de los habitantes de Bogotá pueden pagarlos.

En un parque cementerio los costos de un entierro pueden ir desde los mil hasta los cuatro mil dólares, pero el salario mínimo de un trabajador colombiano tan sólo alcanza el equivalente a los 147.6 dólares mensuales.

"La escasez de bóvedas afecta a la gente de bajos recursos, que son los que ponen más muertos", precisó a los medios de comunicación Orlando Fernández presidente de la Asociación de propietarios de funerarias.

Según la firma que administra los cementerios públicos, la insuficiencia de las bóvedas podría convertirse en un problema mayor en el caso de que suceda una emergencia.

No obstante, ante las denuncias, la Unidad Ejecutiva de Servicios Públicos de la Alcaldía de Bogotá respondió que aún no hay indicios que demuestren una verdadera escasez de bóvedas.

Se está haciendo un estudio para determinar si es necesario construir un nuevo cementerio, pero por ahora no se cree que vaya a haber escasez en los próximos tres años.

 

 

 

 

 


 

En Bogotá, según el Instituto de Medicina Legal, al menos 12 personas mueren diariamente por causas violentas. Bogotá es una ciudad que pasó los 4.9 millones de habitantes censados en 1993 a 6.1 millones en 1998.

 

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