Las limitaciones físicas para algunas personas no son obstáculos para muchos que tiene que vivir desde pequeños con ellas para salir adelante y ser alguien importante en la vida y sobre todo apreciados en la sociedad.
Franklin Pinzón, de 31 años, es un ejemplo a seguir para los jóvenes de su edad, ya que este inquieto muchacho a sus 30 años se dedica a trabajar en electromecánica en un humilde taller que tiene en su hogar, en donde trabaja con la ayuda de su pequeño sobrino que sus manos son las manos de este discapacitado, además estudia en Estudios Generales de la sede universitaria de Aguadulce, para continuar en la Licenciatura en Psicología.
Eulalia Ortiz, madre de 12 hijos de los cuales le sobreviven 10, en donde se puede incluir a Frank, en todos ellos el cual es el ante penúltimo y que nació en un parto normal, dentro de una bolsa y fue pesado en una pesa romana dando las 11 libras. A los 6 meses Franklin, sufre de un resfriado con fiebres altas por 11 días, en donde el médico procedió a inyectarlo dándole pocas posibilidades de vida y con la esperanza que sudara, hasta que una hora después empieza a reaccionar. Por la fiebre quedó débil, y no caminó hasta los 12 años.
VA A LA ESCUELA: 13 AÑOS
A esta edad asiste a su primera clase, aprende a leer y escribir en casa.