Unas 17 torcazas, escopetas y demás material explosivo, pusieron en evidencia que la practica de la caza furtiva de aves, se mantiene en la provincia de Chiriquí, a pesar de las advertencias que se hacen constantemente de parte de las autoridades.
El pasado domingo, fueron retenidos tres individuos y con ellos, todas las pruebas que confirman que se estaban dedicando a esta práctica, que atenta con la preservación de muchas especies. El caso indica que los hechos se dieron en el sector de Alto Quiel en Boquete, en donde la Policía detectó a 3 individuos, con 4 escopetas en mano.