Ante la fiebre del hierro que se mantiene en Chiriquí, donde ciudadanos han perdido hasta los portones de hierros en sus propiedades, las fincas bananeras no han escapado a esta situación que se ha vuelto incontrolable.
Trabajadores de las fincas bananeras independientes de Divalá, denunciaron que en la Finca Santa Elena, los facinerosos llegaron en busca de hierros para vender, llevándose todo lo que encontraban a su paso.
Desde los cables que sirven como templadores, las torres y otros tipos de hierro que se utilizaban en el traslado de la fruta a las empacadoras, también sufrieron los embates de los amigo de lo ajeno.
Pero, según los trabajadores en Finca Rosalía han dejado casi sin nada de hierro, todo para venderlo sin importar el grado de afectación que esto representa para el futuro de la reapertura de estas fincas cerradas. Los obreros preocupados hacen un llamado a las autoridades gubernamentales a establecer un acuerdo donde se impida la venta de hierros de esta naturaleza, porque se ha llegado al grado de la afectación a terceras personas. En el área de Puerto Armuelles, también están siendo afectados.