Los policías alemanes son los únicos ciudadanos del país anfitrión del Mundial no autorizados a adornar sus automóviles con la bandera nacional, en apoyo a su selección.
La jefatura policial berlinesa prohibió esa muestra de patriotismo a sus efectivos, explicó ayer un portavoz del cuerpo, puesto que están obligados a mantener la neutralidad.
Estando de servicio no pueden comportarse como aficionados de a pie.