Según estadísticas, alrededor de cuatro a cinco derrames de combustible se dan al mes, que se ven a simple vista en el mar porque se forman manchas oscuras en su superficie y en la mayoría de los casos, las autoridades desconocen el origen de estas sustancias.
Zoila Yaniselli, subdirectora de Puertos e Industrias Auxiliares, manifestó que la contaminación por hidrocarburos es un tema sumamente importante porque existe una responsabilidad social y comercial.
CRONICA DE UNA EMERGENCIA
El lunes 8 de mayo del presente año, el buque petrolero "Four Schooner", con una carga de aproximadamente 20 millones de galones de petróleo, transitaba por el Canal de Panamá a la altura de la isla de Barro Colorado.
El capitán Nereo Navarro, acompañado de José Burgos, también práctico del canal, piloteaban la nave en el momento que recibieron un llamado de emergencia que pudo haber resultado en un trágico derrame de petróleo.
Este buque transitaba con el máximo calado permitido cuando un llamado del cuarto de máquinas exigía al capitán apagar las máquinas de propulsión principales, debido a una emergencia ocasionada por una ruptura en un tramo de tubería en el sistema de enfriado de la máquina.
El barco quedó sin propulsión segundos después, lo que lo hacía imposible de gobernar. El buque tomó un giro a babor llevándolo derecho hacia un barco que venía en dirección contraria.
El capitán Navarro ordenó entonces largar el ancla de babor y la noche se convirtió en día en la proa del barco. Prácticamente se iluminó todo del chisporroteo causado por la fricción de la cadena y toda el área se cubrió de humo.
El ancla de babor haló toda su cadena haciendo que el buque girara a babor, para quedar en el medio del cauce, tal como lo había previsto el práctico en control.
Pero el barco todavía se dirigía al banco opuesto, por lo que el capitán Navarro dio la orden de largar el ancla de estribor, lo que enderezó el barco y detuvo la nave.