Saludos amigos y amigas del béisbol, bienvenidos a otra jornada de la pelota criolla, hoy orgulloso de un equipo, una liga y unos corazones valientes que, aunque perdieron ayer, son mis campeones sentimentales, por la gran esfuerza y trabajo puesto en el terreno.
Desde esta tribuna un abrazo con mucho aprecio al mánager de la tropa de Panamá Oeste en la categoría 9 y 10 años, Edgar "Chiri" Chávez, quien se portó como un general, hundiéndose con su barca, esa nave de niños amorosos, felices, inmensos y con una actitud de competencia que es un ejemplo para todos, no sólo en el béisbol, sino también en la vida.
Oeste cayó ante Metro, pero esa oración de hermanos, de padres e hijos, de amigos, de maestro a alumnos fue la tónica que realzó un torneo de pequeños, sólo chicos de tamaños, porque son gigantes de fe.
Allí estaba mi equipo, los Vaqueros, los más puros Vaqueros que he visto en mi vida. Jamás había visto tanta unión, amor, compañerismo y amor por el juego, por eso siempre he dicho y ahora lo sustento, "El béisbol se hizo para los niños, pero los adultos lo robamos, esos mismos adultos que fueron niños y que cuando crecen no quieren despegarse de ese juego que les hurtó el corazón".
Felicidades a Metro, se ganó la corona pre infantil en un juegazo ayer en el estadio Felipe E. Motta con un gran trabajo de motivación de sus técnicos. Felicidades Metro, en el más amplio sentido de la palabra.
Pero mi corazón se queda con el perdedor del juego, pero el ganador de la vida. Hoy perdieron, pequeños "Vaqueritos", pero no tienen idea de lo que han ganado en sus propias vidas.
A "Chiri", a Miriam "Lupe" Marshall y a Oscar Muñoz, un abrazo y una felicitación de aquí a Dolega, por todo lo que hicieron con esos niños ayer.
"Chiri" lloró, peleó por el derecho de sus pupilitos; "Lupe" también lloró, dejó a un lado ese escudo de fortaleza física y se dejó envolver por un sentimiento puro y aniquilado.
El béisbol es amor y pasión, ayer lo volví a vivir. Los niños son la única versión pura del juego, y cada vez que podamos verlos lo haremos. Con más fuerza que nunca desde esta tribuna, hoy gritamos de la mano con los "Vaqueritos": ¡Viva, el béisbol!