Como público, ¡hurra!, pues tenía que ver algo que me hiciera recordar que el cine de terror vive en los corazones de quienes vamos al cine a pasar por estas divertidas experiencias. El problema como crítico, es que el filme no llena expectativas y necesariamente se le compara con su versión original, astuta, frenética e innovadora cinta de terror que era lo máximo en la época de su estreno, y posteriormente cuando uno la alquilaba en vídeo, junto con Slpeepaway Camp, Prom Night y esas basuras del cine de terror.
Lo cierto es que uno la pasa “priti” en la sala de cine asustando al “pay” y gritando con cada porquería. Calificación: 2, pero mansa ponchera, laopé…