jueves 9 de junio de 2005

 

S E C C I O N E S

EPASA EN LINEA

PANAMA AMERICA

DIAaDIA EN LINEA

REVISTA SIETE!


primera plana

portada

al cierre

política

opinión

economía

el pueblo habla

comunidad

deportes

el mundo

viva

contacto

agenda

sociales

sucesos


ediciones anteriores

buscador de noticias

clasificados EPASA

otros sitios de interés



  NACIONAL


34 años de la desaparición del padre Héctor Gallego

Redacción | Crítica en Línea

Imagen foto

Héctor Gallego.

Cómo pasa el tiempo. Hoy son ya 34 años de la desaparición del sacerdote Héctor Gallego tras ser capturado la noche del 9 de junio de 1971 por tres miembros de la Guardia Nacional, en una casa en Santa Fe de Veraguas.

Desde entonces no se le vio más. El cura colombiano murió en manos de los militares y se sospecha que fue enterrado en los terrenos que para entonces ocupaba la compañía de fusileros “Los Pumas”, donde hoy opera el Servicio Aéreo Nacional (SAN), pero que antes permaneció herido en una residencia ubicada en la avenida Justo Arosemena, que pertenecía al G-2 y era conocida como “La Charquita”. Cinco días antes de desaparecer, Gallego había expresado en una entrevista a Radio Hogar, su intención de extender el movimiento de organización de los campesinos a todo el país. El 23 de mayo de 1971, se le quemó el rancho donde vivía.

Por la desaparición de Gallego fueron condenados a 15 años de prisión los militares Eugenio Nelson Magallón, Nivaldo Madriñán y Melbourne Walker. La Comisión de la Verdad logró varios archivos desclasificados por la Central de Inteligencia Americana (CIA), sobre lo sucedido a Gallego. Uno de esos reporta comentarios del padre Guillermo Tejada, donde se destaca que el gobierno estaba involucrado en el caso.

Las manifestaciones sobre Tejada están basadas en una fuente que era miembro del Partido Panameñista. El 17 de junio el padre Guillermo Tejada habría dicho que la investigación de la Iglesia en el caso fue dirigida por monseñor Martín Legarra, obispo de Veraguas, y que este último había recibido completa autoridad del arzobispo Marcos Gregorio McGrath, para hacer lo que fuere necesario para resolver el caso.

Los documentos de la CIA destacan que Manuel Ruglianchi, antiguo Cónsul General de Panamá en El Salvador, informó a monseñor Legarra y a otros sacerdotes, que Gallego había sido secuestrado por personal de la Guardia Nacional, trayéndolo a la ciudad de Panamá donde fue confinado en una celda solitaria en la cárcel. Ruglianchi abogó porque la Iglesia hiciera lo que fuere necesario para obtener la rápida liberación de Gallego, dado que temía por la vida de éste.

El padre Tejada comentó que el informe de Ruglianchi convenció a la Iglesia de llevar su investigación a todos los medios, aun si esto significaba la caída de la Junta Provisional de Gobierno. Según el documento, la Iglesia estaba preocupada que oficiales "oportunistas" de la Guardia Nacional como Rubén Darío Paredes o Manuel Antonio Noriega pudieran tomar ventaja de los informes de oficiales de la Junta envueltos en el secuestro del padre Gallego para ejecutar un golpe.

 

    TITULARES

Energía que cura

 

linea
linea gris
 

   Copyright © 1995-2005, Crítica en Línea-EPASA 
Todos los Derechos Reservados