Fue al baño a lavarse la boca, pero cuando salió del mismo se encontró un bus dentro de la sala de su casa.
G. M., de 15 años, es la menor que en la mañana de ayer, miércoles, se salvó de morir dentro de su propia casa.
El suceso que por poco le quita la vida se debió a la imprudencia de dos conductores, quienes en una regata entre los dos buses que conducían, irrumpieron con la tranquilidad del alba al llevarse una de las paredes de la residencia de una familia.
Eduardo Médico, propietario de la casa 12, ubicada en avenida 2ª y Calle Séptima, desconoce la cuantía de lo perdido, pero agradece que haya sido material y no humana.
¿QUIEN PAGARA? : DOS ILEGALES
La familia Médico desconoce quién se hará cargo de los daños que hicieron los dos transportistas. Una sola persona es dueña de los dos buses involucrados en este accidente.