La selección peruana de fútbol no pudo ayer repetir en su cancha el buen juego con que goleó a Uruguay y apenas empató 0-0 con Venezuela por la séptima jornada de la eliminatoria sudamericana para el Mundial de Alemania 2006.
Con el empate, Venezuela, que probó otra vez que ya no es el 'patito feo' del fútbol regional, llegó a 10 puntos en el sexto lugar de la tabla --por diferencia de gol--, mientras que Perú quedó séptimo con nueve, a la espera de los otros resultados con los últimos partidos de la jornada.
Pese a que el partido terminó con un empate, Perú hizo el peor negocio porque se presentó ante su propio público y porque sus volantes Miguel Rebosio y Martín Hidalgo no podrán jugar el próximo partido ante Argentina debido a acumulación de tarjetas amarillas.
El empate también provocó que el público peruano despidiera con pifias a los jugadores locales en el partido disputado bajo el arbitraje del uruguayo Jorge Larrionda, ante 45.000 espectadores, en el Estadio Nacional de Lima, que será una de las sedes de la próxima Copa América en julio.
Perú, que venía confiado luego de vencer el martes por 3-1 a Uruguay en el estadio Centenario de Montevideo, trató de tomar la iniciativa, pero por momentos perdió el control de la pelota y debió resignarse a salir al contragolpe.
El conjunto venezolano, dirigido por el técnico Richard Páez, se llevó un punto valioso que le permitió recuperarse de la derrota que sufrió el martes, de local, en San Cristóbal, por 1-0 frente a Chile.
Ambas defensas estuvieron bien firmes y los delanteros no tuvieron suerte frente al marco.