Tras el dolor que embarga a dos naciones, con la pérdida de 11 personas en el trágico accidente del helicóptero 100 del Servicio Aéreo Nacional, mis pensamientos, ideas y preocupación acuden a mí como cascada en tan solo pensar que cada unidad de bombero que sale a una emergencia en vehículos de hasta 15 o 20 años de servicio sea víctima de su propia herramienta de trabajo.
Al ver las imágenes televisivas y las fotos de los diarios, era fácil observar que la gran mayoría de los que acudieron solo llevaban su desprendimiento y vocación de socorrer a quienes necesitaran su ayuda, pero de equipo, nada.
Es por ello que aún trato de comprender cómo el teniente coronel Gustavo Ortega Ríos, quien ha ejercido por casi diez años la Coordinación Nacional Administrativa y Financiera de los Cuerpos de Bomberos de la República y los fondos del 5%, que otorgan las compañías de seguros por las pólizas de incendio, anuncia la compra de 25 carros nuevos de extinción que serán adquiridos con fondos propios de cada institución.
Durante el mismo evento, y en compañía del secretario general de Gobierno y Justicia, César Robles de igual forma anuncian un aumento de cuarenta balboas a los bomberos permanentes de todo el país, a partir de junio; compra de equipos de protección personal, entre otros materiales.
El anuncio nos hace reflexionar sobre lo que representa "una erogación mensual de B/. 41.330.00 financiado con recursos de cada Institución, lo que supuestamente beneficiará a 678 bomberos permanentes", quienes consideramos se merecen este aumento y más. Sin embargo, la pregunta es: ¿Cuenta usted con los recursos necesarios para enfrentar este aumento?
¿Tienen ustedes conocimiento de lo que cuestan 25 carros de extinción nuevos y el proceso de evaluación y compra? Lograrán ustedes esta hazaña en tan solo doce meses?
Aún no puedo entender cómo intereses personales de grupos políticos, en una ambición desmedida de poder promuevan en las más altas esferas del gobierno, someter a cinco mil bomberos a la carencia de todo tipo de herramientas de trabajo y protección personal.
Una nueva Ley, no es la urgencia para los bomberos, es PRESUPUESTO acorde con las necesidades.
