Por treinta minutos, los ambientalistas de la provincia de Chiriquí cerraron los cuatro paños de la vía Internacional, a la altura del puente sobre el río Chiriquí Viejo.
Molestos protestaban por la construcción de siete hidroeléctricas a lo largo de este río.
Mencionaron que su mayor preocupación es que con la ejecución de estos proyectos se desviará el cauce del afluente, y la planta potabilizadora de Paso Canoa se verá severamente afectada.
"Se desviará el cauce a 300 metros aguas arriba y sólo dejarán el 30% del caudal del río para abastecer la planta", manifestaron.
Exigen al Gobierno que suspenda la ejecución de estos proyectos, tras considerar que muchas veces no se visita el lugar de construcción para elaborar los estudios y al final los problemas tienen que padecerlos la población.
Las comunidades fronterizas comenzaron a organizarse para oponerse a estos proyectos que en vez de ayudarlos los perjudicará, porque de este río depende el sector agrícola de Tierras Altas, Bugaba, Renacimiento y Barú.
César Muñoz, dirigente ambientalista de Paso Canoas, asegura que están dispuestos a cerrar las veces que sea necesario la carretera Interamericana para demostrarle al Gobierno que tiene que hacer un alto a esta masiva y descontrolada proliferación de hidroeléctricas.